Una situación en la que veremos pocos Boxsters con la capota abierta.
Todos los caballos del 996 no le son suficientes para sacarlo del atolladero.
Al Volante, amigo y asiduo colaborador del Rincón, nos propone un interesante tema de reflexión, como es el de la utilización de nuestro Porsche en todas las condiciones climáticas.
Durante una visita a una ciudad centroeuropea, Al Volante se vio sorprendio por una copiosa nevada y, en lugar de quedarse en el hotel, se echó la cámara al hombro y salió a observar el comportamiento de los Porsches en difíciles situaciones climáticas.
Durante el tiempo que duró la nevada, entre las 8 de la mañana y las 2 de la tarde, la capa de nieve depositada en la calle superó los 30/40 centímetros y el tráfico quedó paralizado, incluso los autobuses urbanos se quedaron en refugio esperando el paso de las máquinas quitanieve.
Por descontado, los Porsches, con una distancia al suelo de entre 10 y 12 centímetros quedaron reducidos a la inmovilidad.La fábrica, se aleja de caer en la tentación de equipar los Porsche de serie de suspensiones super rebajadas y, aunque en latitudes como Málaga, por ejemplo, un 997 de serie pueda parecer un poco alto, cuando se circula en invierno en el centro y norte de Europa, puede por el contrario parecer bajo. Lo cierto es que ante nevadas de 30 centímetros un Porsche queda inmovilizado, como lo prueban las fotos a la vista del lector, a no ser que ese Porsche se llame Cayenne.
¿Terminarán dando la razón al Cayenne los irreductibles del 911 2,4 S?
¿Será el Cayenne el único Porsche en plantar cara al General Invierno?
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